Un corazón brillante

Estamos acercándonos al centenario del clásico del cine El Mago de Oz, y ¿quién no conoce las aventuras del León Cobarde, el Espantapájaros y el Hombre de Hojalata en busca de valor, cerebro y un corazón?

Bueno, si hubieran vivido en nuestra época, no habrían tenido que buscar más allá de BiVACOR, una empresa de dispositivos médicos en fase clínica con la misión de mejorar la supervivencia de pacientes con insuficiencia cardíaca biventricular, y que tiene justamente esas tres cualidades para ofrecer.

En un esfuerzo pionero que ha exigido una gran dosis de coraje, inteligencia y un corazón verdaderamente único, esta empresa norteamericana está llevando a cabo el primer estudio de viabilidad en humanos de un corazón artificial total (TAH) fabricado en titanio, cuyos resultados han asombrado al mundo.

Un diseño diferente

El dispositivo en si sí es impresionante, compuesto por una bomba electromecánica con un único rotor sin contacto. Este diseño innovador marca un cambio radical respecto a las tecnologías convencionales de corazones artificiales, que suelen incluir numerosas piezas flexibles de distintos materiales sujetos al desgaste.

Lo que hace que este corazón de titanio sea tan revolucionario es que utiliza tecnología MAGLEV (levitación magnética), la misma tecnología que permite a los trenes de levitación magnética desplazarse sin fricción a velocidades asombrosas sin tocar las vías.

Gracias a esta tecnología, el rotor queda suspendido magnéticamente dentro del dispositivo, permitiendo bombear sangre tanto a los pulmones como al resto del cuerpo, reduciendo significativamente el desgaste mecánico y aumentando notablemente su fiabilidad y durabilidad.

La simplicidad del diseño también hace que el corazón pese solo 650 gramos, lo que lo convierte en un dispositivo lo suficientemente compacto para hombres y mujeres, sin comprometer su capacidad para proporcionar un bombeo adecuado incluso durante el ejercicio físico.

Cien días de gracia

El primer trasplante exitoso del TAH de BiVACOR en un ser humano tuvo lugar en julio de 2024, manteniendo con vida a un paciente de 58 años durante 8 días mientras esperaba la disponibilidad de un corazón humano compatible.

Sin embargo, ha sido el sexto procedimiento de este estudio en curso el que ha vuelto a captar la atención mediática, cuando un paciente de 40 años sobrevivió más de 100 días con el corazón artificial de BiVACOR, hasta que finalmente recibió con éxito un trasplante de corazón humano el pasado 6 de marzo.

No solo eso, sino que el paciente evolucionó tan bien con su corazón de titanio que los médicos le permitieron esperar el trasplante en su casa en lugar de permanecer hospitalizado.

Un avance que salva vidas

Aproximadamente 26 millones de personas en todo el mundo sufren insuficiencia cardíaca cada año, y su incidencia sigue en aumento. Sin embargo, la demanda de donantes de corazón supera con creces la oferta, y cada año se realizan menos de 6,000 trasplantes de corazón a nivel global – y limitados a pacientes con insuficiencia cardíaca grave.

Lamentablemente, muchos pacientes fallecen esperando un trasplante que no llega a tiempo, por lo que el TAH de BiVACOR es mucho más que un avance tecnológico impresionante: el tiempo adicional que proporciona podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Los resultados positivos obtenidos hasta ahora han dado esperanza al equipo detrás del corazón de titanio, sugiriendo que, en el futuro, podría convertirse en una opción permanente en lugar de solo una solución temporal.