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Adan Medical mejora la gestión de la anafilaxia mediante accesorios médicos para los autoinyectores de adrenalina (único tratamiento para las reacciones alérgicas graves), un mercado de más de 5 millones de usuarios y en constante expansión. Las fortalezas del proyecto son la estrategia clínica y regulatoria (ensayo clínico completado), el equipo y el soporte de organizaciones científicas y de pacientes.
Premercado/fase clínica
2.000.000€
2021-22
Dispositivos médicos
18.04%
1.000€
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Compañía creada por reconocidos médicos especialistas que, a partir de la práctica clínica diaria con los pacientes, identifican carencias en la gestión de autoinyectores de adrenalina utilizados en el tratamiento de la anafilaxia (reacción alérgica repentina, grave y potencialmente mortal con prevalencia >2% de la población mundial), y con la ayuda de un equipo multidisciplinar de primer nivel desarrollan accesorios médicos para los autoinyectores de adrenalina que resuelven los problemas reportados por los propios pacientes, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y la de sus familiares.
Hasta la fecha, ha aglutinado soportes y reconocimientos de primer nivel que validan el valor de la propuesta.
Anapphylaxis es un producto con una gran potencial de Exit, y su estrategia para ser comprados por 100-200 millones en 3 años es brillante.
Los autoinyectores de adrenalina (“Epipen”) quizá son poco conocidos aquí, pero en los EEUU el 1% de la población lleva uno encima, y se venden 7 millones de unidades al año en todo el mundo.
Adan Medical ha realizado un estudio clínico de su funda inteligente Anapphylaxis con pacientes cuyos resultados se anunciarán en marzo, pero que demostrará que la funda inteligente puede salvar vidas (y ayudar a vender más autoinyectores).
Cuando esto ocurra, los fabricantes de autoinyectores de adrenalina tendrán un enorme interés en incorporar esta nueva tecnología, que les pondría por delante de la competencia y les permitiría ganar cuota de mercado en un “pastel” de 2.000 millones de dólares. Cuando eso ocurra, comprar Anapphylaxis por 100 o 200 millones de dólares será una inversión que amortizarían en pocos meses.
El principal riesgo es la competencia; podría darse una replicación del producto por otros fabricantes, o la aparición de un producto sustitutivo. Aún así, creemos que el proyecto puede dar cierta cantidad de beneficios.
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