La piel sensible y las molestias sensoriales como picor, escozor o enrojecimiento afectan cada vez a más personas. El estilo de vida occidental han favorecido que más de un 50% de la población de países desarrollados considere que tiene la piel sensible. Condiciones patológicas cono acné, rosácea o dermatitis atópica son ahora más comunes que hace 20 años y la incidencia se incrementa anualmente. Por otro lado, desarrollo de nuevos fármacos para combatir enfermedades como cáncer, insuficiencias o diabetes, han llevado a un aumento de la esperanza de vida. No obstante, estos tratamientos en muchas ocasiones crónicos, pueden causar efectos secundarios cutáneos que disminuyen drásticamente la calidad de vida de los afectados. Un ejemplo de ello sería la neuropatía periférica que se ocasiona como consecuencia del tratamiento de quimioterapia o el prurito (picor) crónico que se da en la espalda los pacientes sometidos a diálisis.
Hasta ahora solo disponíamos de dos estrategias para abordar las molestias de las pieles sensibles: por un lado los productos cosméticos que refuerzan la barrera natural de la piel aportándole hidratación pero sin actuar en la raíz de las molestias y por otro lado, el enfoque clínico basado en el uso de inmunosupresores, como los corticoides, con una acción temporal y conocidos efectos secundarios. Sin embargo, ninguna de estas estrategias aborda el sistema nervioso periférico siendo este el principal elemento causante de las molestias sensoriales.
El sistema nervioso periférico cutáneo está formado por todas las terminaciones nerviosas que pueblan la piel. Este complejo sistema es capaz de interpretar la información del medio que nos rodea detectando, por ejemplo, cambios de temperatura o de pH, presencia de agentes químicos, roce con objetos… Esta información se transforma en señales eléctricas que por un lado generan una respuesta local (calor, picor, dolor, inflamación,…) y por otro, viajan al cerebro para dar lugar a una respuesta multifuncional, como por ejemplo apartar la mano o abrigarnos. La implicación del sistema nervioso periférico en las patologías cutáneas, y más concretamente el papel de sus nociceptores TRP en la generación de dolor, picor, hormigueos, etc. es algo que se ha investigado durante varios años. El IDIBE de la UMH lleva más de 25 años caracterizando este complejo sistema y su papel en diversas patologías. La dilatada experiencia de este equipo de investigación, liderado por el Prof. Antonio Ferrer, y la estrecha colaboración con otros laboratorios internacionales han permitido observar como la activación del sistema neurosensorial es esencial para que se produzca picor o dolor, o de qué manera las terminaciones nerviosas pueden inducir una respuesta inmune ante determinados estímulos. Es bastante habitual que en épocas de estrés aparezcan eczemas o brotes de acné/rosácea. Estos son solo algunos ejemplos de la estrecha relación que existe entre el sistema nervioso periférico y la salud de la piel. Adicionalmente, estudios recientemente publicados por el IDIBE, demuestran como el tratamiento de quimioterapia puede actuar sobre las terminaciones nerviosas dando lugar a un efecto secundario denominado neuropatía periférica y que tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes oncológicos, llegando incluso a ser determinante para la interrupción del tratamiento pautado. En resumen, la implicación del sistema neurosensorial en las patologías o molestias cutáneas y los beneficios de su abordaje es hoy en día incuestionable. De hecho, el potencial de los nociceptores como herramientas útiles en medicina fue reconocido en 2021 al concederse el Premio Nobel de Medicina y Fisiopatología a los Drs. Julius y Pataputian por su trabajo en la caracterización del sistema neurosensorial.
Prospera Biotech utiliza innovadoras moléculas neuromoduladoras, desarrolladas y patentadas por el IDIBE y su spin-off AntalGenics, con el fin de poner a disposición de las personas con piel sensible productos neurodermatológicos eficaces frente a las molestias típicas de estas pieles. De esta manera, los productos neurodermatológicos de Prospera Biotech suponen un cambio de paradigma en el cuidado de las pieles reactivas, actuando de manera eficaz sobre la raíz principal de las molestias y ofreciendo una solución segura, libre de efectos secundarios y de uso diario.
La cartera de productos neurodermatológicos de Prospera Biotech incluye:
- Oncapsisens®: para el cuidado de la piel sensible neuropática causada por quimioterapia. Estudio en marcha para evaluar el poder protector.
- Ecrisens®: fórmula patentada para el cuidado de las zonas con sudoración excesiva.
- Nocisens®: cuidado de la piel con tendencia atópica.
Productos en desarrollo:
- Oncapsisens Rx: cuidado de la piel sensible ocasionada por la radioterapia.
- Vulvisens: cuidado de la zona íntima femenina.
- PB07: piel sensible ocasionada por el tratamiento con diálisis.
- Protisens: cuidado de la piel sensible de la zona perianal.
- etc
Nuestros expertos dicen
Prospera Biotech cuenta con un equipo con muy buena experiencia científica y comercial. El consejo asesor es muy potente, fundadores de empresas de éxito.
Linda Kadi
PhD en Neurobiología. Experta en Innosuisse - Agencia Suiza de Innovación.
Hay una gran necesidad médica en esta área, por lo que Prospera Biotech tiene un muy buen potencial comercial.
Inés Font
External Innovation & Licensing Manager en Almirall
Prospera Biotech puede ayudar a los pacientes sometidos a tratamiento de quimioterapia o radioterapia a no verse obligados a abandonar debido a la hipersensibilidad causada por el tratamiento.
Andrés Antón
Miembro del Consejo de Administración de Vincle Capital y CEO de Bioarray.