El riesgo de la inversión - lección 1
En las siguientes 3 lecciones te contaremos los riesgos que hay que tener en cuenta a la hora de realizar una inversión en una empresa publicada en Capital Cell. Seremos tan pesados como sea necesario porque invertir en startups es muy arriesgado, altamente especulativo y nadie que no pueda permitirse el lujo de perder toda la inversión debería invertir.
Antes de tomar cualquier decisión de inversión, deberás analizar:
- Los riesgos generales de la inversión
- Los riesgos relativos a las participaciones
- El desarrollo de la empresa en la que quieres invertir
Riesgos generales de la inversión
Principal riesgo: Invertir en startups supone poner toda tu inversión en riesgo. Existen muchas situaciones en las que o bien una empresa entra en quiebra o no puedes vender las participaciones que tienes de ella y, por lo tanto, no puedas recuperar tu inversión.
Invertir en este tipo de empresas implica un nivel alto de riesgo y es muy probable perder la totalidad del capital invertido.
Riesgo de la rentabilidad: La cantidad que puedes recuperar de tu inversión -la rentabilidad- es altamente variable y no está garantizada. Algunas startups pueden ser exitosas y generar retornos significativos, pero muchas otras no lo serán y sólo generarán retornos pequeños o nulos. Cualquier tipo de retorno que puedas obtener será variable en cantidad, frecuencia y tiempo. No inviertas si esperas conseguir una rentabilidad regular, predecible y/o estable.
Retrasos en la rentabilidad: Pueden llegar a pasar varios años antes de que puedas obtener un retorno de tu inversión. De hecho, la mayoría de las startups tardan de 5 a 7 años en generar algún tipo de rentabilidad, si es que generan alguno.
También pueden pasar muchos años antes de saber si una inversión generará algún retorno. No inviertas si esperas conseguir una rentabilidad en un plazo determinado.
Riesgo de liquidez: La liquidez es la facilidad con que puedes convertir un activo en dinero. A modo de ejemplo, un activo muy líquido sería el dinero en sí, es decir, los billetes y las monedas, así como un depósito bancario, ya que es muy fácil y rápido convertirlo en dinero. Por el contrario, un inmueble sería un activo poco líquido ya que no puedes convertirlo en dinero de manera ágil en el mismo momento que tomas la decisión de venderlo.
Pasa lo mismo con las participaciones que tengas de una startup, no tienen liquidez inmediata. Esto se debe principalmente a que no existe un mercado secundario en el que inversores privados puedan comprar tus participaciones en el momento que tú elijas. Además, según el caso, podrían existir restricciones respecto a la reventa de tus participaciones. No inviertas si esperas recuperar tu dinero en el corto plazo y de manera rápida.
Ver lección sobre Los riesgos relativos a las participaciones.