Empecemos por las traducciones: ¿qué es Equity Crowdfunding y por qué no nos inventamos un nombre más sencillo?
“Equity” es un método de financiar empresas y consiste en que una gran cantidad de inversores aportan capital a cambio de participaciones. En realidad, es exactamente como una salida a bolsa, pero en empresas más pequeñas (o incluso a las que aún no existen). Y se llama así porque en castellano es “Financiación Participativa por Aumento de Capital”, suena hasta peor.

¿Por qué no conozco a nadie que haya invertido en esto?

A pesar de parecer un concepto sencillo, el Equity Crowdfunding ha despegado en España hace pocos años, y en el resto del mundo cobró importancia hace pocos años más – debido, entre otras cosas, al hermetismo del mundo financiero (poco dado a meterse en experimentos), al monopolio cultural de la banca y a la extrema complejidad del marco legal. Pero, afortunadamente, el Equity Crowdfunding ya es una realidad. El volumen global de inversión mediante equity crowdfunding fue de $2,56 billones en 2015 (Massolution Crowdfunding Industry Report), cifra que no para de doblarse desde 2012.

 

Durante la primera mitad del año 2018, unas 782 empresas del Reino Unido han levantado 3.270 millones de libras esterlinas a través de Equity, según datos de la empresa de estudios de mercado Beauhurst. En España, aunque las cifras no impresionan tanto, sí lo hace la tendencia que está siguiendo este tipo de inversión: en 2016 el Equity Crowdfunding creció un 88% anual hasta los 10,1M€, según The 3rd European Alternative Finance Industry Benchmarking Report. Y lo mejor es que no parece que los múltiples intentos de los gobiernos por limitarlo o estrangularlo vayan a detener esta revolución social.

 

La gran aportación y beneficio del Equity Crowdfunding es que ha abierto la posibilidad de invertir a personas que anteriormente no podían hacerlo por no disponer del elevadísimo patrimonio necesario para ejercer como un Business Angel con garantías.

A continuación nuestras recomendaciones:

No te juegues tu patrimonio. Aunque el Equity Crowdfunding permite invertir a pequeños inversores con ciertas garantías, es importante entender que este tipo de financiación forma parte de la sección de más alto riesgo de nuestra cartera personal de inversión y, por tanto, no debería ocupar más de un 20% de nuestras inversiones.

Apunta alto. Procura que los proyectos en los que inviertas sean suficientemente ambiciosos, porque de otra manera será muy difícil conseguir un buen retorno de la inversión. (A menos que te conformes con echar una mano a un emprendedor: no todas las empresas, ni todos los inversores, quieren forrarse).

Pruébalo, pero empieza por lo pequeño. No es necesario realizar grandes inversiones si no te las puedes permitir o si tienes dudas sobre el proceso. 500, 1.000, o incluso 200 euros, son cantidades suficientes para experimentar, y con eso ya tendrás la gratificante sensación de ser parte de esos proyectos empresariales.

¡Conoce bien la empresa en la que vas a invertir! Apuesta por aquellas plataformas de crowdfunding que ofrezcan la mejor información. La mayoría de ellas realizan comprobaciones sobre las empresas que buscan financiación; incluso algunas, como Capital Cell, realizan un análisis completo (o due diligence).